El encuentro entre le Sr. Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y la Madre Bertha López se puede considerar un encuentro de esperanza y de Vida ya que ambos vivían con la preocupación de aquellas palabras que resonaban en su mente y en su corazón: “Por favor hagan algo por nosotros”, es así como ese algo es PAIPID A.C. que tiene como fuerza ser la respuesta de la Iglesia Diocesana ante la magnitud epidemiológica del Sida, con una actitud humana y humanizadora, al estilo de Jesucristo que pasó haciendo el bien y curando a todos.
Cuatro años después nace la congregación de Misioneras de Cristo Resucitado y Misioneros de Cristo Resucitado, Congregación que basa su vida en las Bienaventuranzas y en la Misión de Jesús cimentada su espiritualidad en la Certeza de la Resurrección.
Teniendo como Carisma Promover y Reintegrar la dignidad de la persona humana para llevarla a un encuentro con la Vida, con la fuerza del Evangelio ¡Cristo Resucitado!, asumiendo los retos del mundo actual como Iglesia teniendo como destinatarios, a todo hombre y mujer desesperanzado, golpeado por la Cultura de Muerte preferencialmente a los que se encuentran en absoluto abandono y extrema pobreza, dando atención a los enfermos de VIH-SIDA, drogadictos, prostitutas, homosexuales, niños repudiados, violados, maltratados y abandonados, ancianos desvalidos que ninguna otra Instituciones los puede recibir y como un imperativo nos haremos presentes en los desastres naturales o provocados por el hombre (terremotos, huracanes, guerras) estando a la vanguardia de las necesidades según los signos de los tiempos al estilo de Jesucristo buen Pastor: proclamando, orando, celebrando, sirviendo, solidarizándose con el pueblo, enseñando, fortaleciendo, alimentado, promoviendo, acompañado y reintegrando.